Dicho esto, y por alguna razón que es difícil explicar, es sorprendente la cantidad de proyectos que ven la luz, que han sido financieramente evaluados, con análisis económicos positivos, incluso bajo condiciones de alto stress, como vidas productivas cortas (12-15 años), uso de alta tecnología (mallas, cubiertas, altas densidades, etc), los cuales presentan falencias en este hito tan relevante desde el momento mismo de la definición del proyecto o ya en los primeras etapas de su implementación.
Todo lo expuesto, hace necesario y urgente dar el correspondiente valor y relevancia a la correcta preparación de suelo como cimiento fundamental de toda nueva plantación frutal. Su impacto técnico y las consecuencias en el desarrollo de las plantas, asi como el consecuente beneficio o detrimento en la productividad futura, hacen de esta práctica un verdadero hito, tan importante como cuando decidimos que especie o variedad/patrón que escogeremos o la calidad y sanidad de las plantas que utilizaremos.