Análisis de los requerimientos nutricionales en cerezos de alto potencial productivo

Fuente: SMARTCHERRY

Para que un huerto de cerezos tenga un alto potencial productivo, existen ciertas condiciones nutricionales relacionadas con el suelo que deben cumplir altos estándares para un óptimo desarrollo del árbol. Estas condiciones también se ven reflejadas en el estado foliar adecuado del cultivo, que permitirá a su vez un óptimo desarrollo de los frutos y así alcanzar un producto de excelencia ideal para la exportación. Entre los principales nutrientes que considera la especie como buenos indicadores desde el punto de vista foliar se encuentra el nitrógeno (N), potasio (K), magnesio (Mg), zinc (Zn), entre otros microelementos de menor importancia.

De lo anterior es muy importante establecer rangos adecuados con respecto a las características de los distintos portainjertos. Por ejemplo, la estrecha relación y dependencia del portainjerto Colt con una alta demanda de K, así mismo la serie MaxMa (y sus relacionados como Mahaleb) por el Mg y la serie Gisela® (y sus relacionados como P.cerasus) y su demanda permanente por Zn. “Los estándares foliares se tienen que reconocer año tras año.

Todos los años en el período de post cosecha se debe hacer análisis foliar en el cual mediante una analítica nutricional se genere esta información y uno debiere considerarla para realizar las aplicaciones foliares de post cosecha. Personalmente no estoy muy de acuerdo con hacer aplicaciones estándar de algunos elementos, porque muchas veces no se justica aplicar. Un caso ejemplar de esto es la aplicación de boro (B). Muchos programas consideran prácticamente obligatoria una aplicación de B post cosecha y de forma práctica hay muy pocas situaciones que lo necesitan realmente, considerando que el B es un elemento que hay que colocarlo en la medida que la planta lo requiera, ya que existen evidencias de toxicidad con B como ejemplo. Por lo tanto, es muy importante entender que hay estándares nutricionales foliares para los cerezos en el cual se está trabajando incluso hoy día en términos de portainjerto y de variedad para ajustar aún más estos indicadores.

Muy importante es que este análisis foliar de postcosecha se debe tomar en un momento o en una época en que los nutrientes están estables dentro de la planta y eso en términos de fecha para nuestras condiciones debiera ser entre el 20 de diciembre hasta el 25 de febrero, esa es la época que se evidencia en forma óptima el contenido nutricional de la hoja, sin embargo en términos operacionales tomarlo temprano en la temporada idealmente la primera o segunda semana de enero para obtener el resultado oportunamente y tener la última semana de enero hasta la tercera semana de marzo para las aplicaciones”. Señaló Carlos Tapia, director técnico Avium.

Con respecto a la condición de fertilidad de suelo lo principal es que se busque indicadores de suficiencia para desarrollar un proyecto previo a la plantación. Siendo esta instancia la más importante y en algunos casos la única posibilidad de componer los indicadores nutricionales del suelo en la vida del proyecto.

Entre los indicadores más importantes de tener en cuenta previo a una plantación están el pH con un rango de acción óptimo entre 5,8 y 7,2, el contenido de fósforo (P) disponible, el contenido de K disponible (y su relación con el K intercambiable); además de las relaciones entre cationes y la capacidad de intercambio catiónica (CIC) o suma de bases (SB) en los cuales se debe cumplir un equilibrio principalmente entre calcio (Ca), Mg y K de intercambio.

El N posee un rol fundamental en los diferentes procesos metabólicos del cerezo y forma parte de la constitución de las proteínas y de un gran número de otros compuestos. Permite el desarrollo de brotes, raíces, inducción oral, fertilización del óvulo, cuaja, desarrollo del fruto y calidad de las cerezas. Además, es un elemento constituyente de la clorofila y por tanto ejerce una acción indirecta en la elaboración de carbohidratos.

El K, después del N, es el más requerido por la planta y es importante durante la fase productiva para lograr fruta de calidad. También es de importancia en diversas funciones fisiológicas tales como fotosíntesis, biosíntesis de proteínas y carbohidratos, expansión celular, movimiento de las células estomáticas y regulación de actividades enzimáticas.

El P bajo la forma de fosfato forma parte de diferentes compuestos en la célula tales como azúcares, fosfatos de gran importancia para los procesos de respiración y la fotosíntesis y los fosfolípidos que forman parte de las membranas.

El Ca por su parte tiene implicancia en la formación de las pectinas y mantiene en niveles no tóxicos los ácidos orgánicos elaborados por las plantas. Además, favorece la lignificación de los brotes aumentando así la resistencia de estos órganos a las bajas temperaturas, particularmente en invierno, regula el desarrollo de las raíces y permite una mayor firmeza de las cerezas. “En relación con los estándares de suelo, es súper importante hacer y considerar una analítica pertinente previo a la plantación para poder evidenciar de manera objetiva los niveles que tienen los suelos en términos nutricionales y algunos componentes de éste como el pH, materia orgánica (%) y conductividad eléctrica, etc., y siempre en consideración con el óptimo que se presenta.

Es fundamental tener claridad que el mejor momento para componer los indicadores a números óptimos es pre-plantación, haciendo el análisis pertinente reconociendo cada uno de los indicadores y haciendo los cálculos que permitan generar las dosis de cada uno de los nutrientes como P, K, Ca, Mg principalmente y aplicarlos al suelo mediante el uso de enmiendas de estos elementos previo la plantación. Una vez que eso se establece y se lleva a los valores óptimos con respecto a estos indicadores, ya uno entra en una fase de mantención del suelo temporada tras temporada considerando la recuperación de este suelo mediante la extracción de cada elemento por la fruta cosechada” agregó el experto.